Linares
es una población con una amplia trayectoria en la charrería, además por
tradición es una región ganadera, pues desde principios del siglo XX, cuando la
Feria de Villaseca era una de las más importantes del Norte de México, se
realizaban grandes transacciones y se aprovechaba la oportunidad para el
trueque y trafique de ganado vacuno y caballar, además de los productos de la
región y de los llegados de Tampico, Soto La Marina, Saltillo y San Luis
Potosí. Durante el día, para divertirse, se organizan algunos juegos como
“carreras de gatos”, y “suertes a caballo” entre las que destacaban las
carreras, el gallo enterrado, la chiva emplochada y las famosas argollas para
la cual solicitaban a las muchachas más bonitas sirvieran de “Madrinas” y
premiaran con un beso a los ganadores de estas competencias.
Por
la noche, se desarrolla el baile en el que se aprecian las tres clases sociales
bien marcadas, pues había el baile de primera, el de segunda y el de tercera.
El que llama nuestra atención es éste último, pues en él, se apreciaba el gusto
realmente popular. Se observa bailar los tradicionales jarabeados con el pueblo
los llamaba, en realidad son los ritmos típicos norteños, generalmente llamados
así. Destacaban como bailadores “El Cácaro”, “La Perica”, “Navéjar”, y “Amador”
quién por mucho tiempo fue el que respondiera los retos de aquella famosa
bailadora “Petra La Colorada”, mujer casi leyenda, de gran personalidad y de
las pocas bailadoras que han dejado plasmado su nombre en la historia del
folklore linarense.
Ya
más tarde, cuando los hombres habían tomado sus “alifuses”, se daba una reñida
competencia de destreza entre ellos, llegando hasta engarzarse de las piernas y
tratar de derribarse uno al otro. La música que acompañaba este baile popular
era llamado “Conjunto de Tamborileros”, integrado por dos clarinetes, uno agudo
y otro grave; y la tambora tipo militar de influencia francesa; con ésto
“creaban un delicioso fugado contrapuntístico a dúo”, adornado éste por el
rítmico redoblar de la tambora. Famoso clarinetista de antaño que aún se
recuerda es marcos, apodado “La Picota”. Los Tamborileros de Linares son
famosos por su música folclórica de tambora y clarinete. Las raíces de esta
música son inciertas pero es alegre y contagiosa, aunque los textos cantados
son raros se repiten leyendas de personajes famosos de la región.
Las
presentaciones de los Tamborileros de Linares han abarcado países del lejano
oriente como Japón, países de Europa o los Estados Unidos de América. Otro
comentario acerca de este mismo tema es el que hace la respetable maestra linarense,
Adela Liduvina Mancilla, en su escrito “Villaseca”, en el que afirma que,
cuando dejaron de realizarse las ferias, los músicos buscaron otras
oportunidades, presentándose una en Ciudad Victoria, donde “requerían sus
servicios” para tocar en San Carlos, ya que les faltaban sus músicos y
requerían de conjuntos para su feria tradicional. Pero además, se les pedía (al
pagarles) que dijesen que la música y los conjuntos eran de ahí y le cambiaron
el nombre. Así le pusieron como se le nombraba a Marcos, “Picota”.
Afortunadamente
las fiestas de Villaseca se han revivido desde hace algunos años y nuestra
música, la de los Tamborileros, sigue viva y más fuerte que nunca. La feria de
Villaseca es una celebración de Linares. Cada año, durante algunas semanas en
los meses de julio y de agosto se lleva a cabo esta feria. Hoy, se extiende a
toda la ciudad con exposiciones artesanal, comercial e industrial; desfiles
charros y cabalgata; charreadas y escaramuzas; suertes a caballo, peleas de
gallos y carreras de caballos. En el teatro del pueblo se presentan los
conjuntos musicales regionales del momento, concursos de baile y de
aficionados.
En
la feria se instalan juegos mecánicos, locales con antojitos mexicanos y se
corona a la reina de las fiestas con juegos pirotécnicos. Como punto culminante
se entrega la Tambora de Villaseca, distinción que otorga el cabildo de la
ciudad a los linarenses distinguidos y que con sus obras hayan destacado en
alguna actividad de la vida. La Tambora de Villaseca ha sido otorgada a:
Everardo Elizondo Almaguer, Sócrates Rizzo García, Joaquín Vargas Gómez, Jaime
Rodríguez y Silva, Manuel Juárez González, Los Tamborileros de Linares, entre
otros.
Las
presentaciones de los Tamborileros de Linares ha abarcado países del lejano
oriente como Japón, países de Europa y los Estados Unidos de América. Este
municipio es famoso por sus dulces de leche de vaca y cabra, entre los que
resaltan las famosas “Glorias de Linares”. Se produce cítricos como naranja.
Brujería. La congregación cercana a Linares conocido como La Petaca, donde
cuenta la leyenda que llegaron los primeros evangelizadores e hicieron en estas
tierras de brujos un exorcismo y encerraron a los espíritus en una petaca (o
baúl) para luego lanzarlo al río. Hoy en día en La Petaca se encuentra una
congregación de brujos y curanderos famosos en la región del Norte de México y
del Sur de los Estados Unidos de América.
Cadetes de Linares
La
música norteña es un género de música mexicana, muy popular en México y Estados
Unidos, especialmente entre la comunidad mexicana. Los Cadetes de Linares sobresalió
por su originalidad. Homero Guerrero está clasificado como uno de los mejores
bajo sexto de todos los tiempos y junto con Guadalupe Tijerina llevo al música
mexicana a todos los rincones del continente americano
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